Aborto

Hace referencia a la finalización prematura de un embarazo antes de la semana 20-22 de gestación. Este proceso puede darse de manera espontánea o inducida.
Aborto espontáneo: Se trata de la finalización prematura del embarazo de manera natural o espontánea. Se puede dar tanto por problemas internos con el embrión, la madre etc, o por causas externas como pueden ser exposición a ciertas sustancias químicas o situaciones en las que se ponga en peligro la integridad física del conjunto placenta-feto.
Aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo (IVE): consiste en provocar la muerte biológica del embrión o feto para su posterior eliminación. Las causas pueden ser tanto por un embarazo no deseado como por embarazo ectópico, rotura placentaria prematura o muerte fetal. Existen diferentes técnicas, químicas o quirúrgicas, y su utilización dependerá del centro o incluso del país donde se realice la intervención. Existe un gran debate abierto sobre esta práctica con connotaciones tanto científicas como sanitarias y económicas, pero las más importantes vienen dadas por la parte ética y moral. Cada país tiene su propia ley que específica los procedimientos permitidos, o no, a realizar en el momento de llevar a cabo esta intervención. El aborto es un procedimiento que puede implicar cierto riesgo físico por lo que es muy importante que siempre esté controlado por personal especializado y en centros autorizados. También puede provocar transtornos psíquicos por lo que es conveniente seguir realizando un seguimiento tanto físico como psíquico después de la intervención.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.